Cine desganado, sin emoción, previsible. Un guión lamentable y escenas de acción infantiles. ¿No lo vio así el gran Preminger en el pase previo al estreno?
Lo mejor: la fotografía de LaShelle, que nos permite asombrarnos ante los paisajes canadienses y, cómo no, la voluptuosidad de la Monroe, como rubrica este cartel.
Lo mejor: la fotografía de LaShelle, que nos permite asombrarnos ante los paisajes canadienses y, cómo no, la voluptuosidad de la Monroe, como rubrica este cartel.
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