martes, 25 de octubre de 2011

Negro y blanco

La toma está realizada en una de las salas del Reina Sofía. El contraste de los ocho cuadros negros (Elena Asins: La rotación del menhir) con el blanco de la sala era motivo suficiente, pero al ver a la persona encargada de la vigilancia decidí esperar que continuase su camino y ella sola se colocase en el encuadre. Ahora parece "dialogar" con los cuadros expuestos.
En el procesado de la toma he llevado las luces a una clave alta que resaltase el tono blanco, pero al mismo tiempo, también he subido el contraste, para que los tonos negros quedasen sin textura, llamando más la atención y quedando el personaje en un ambiguo contraluz, además de acentuar el tono rojizo del suelo y sus reflejos.


4 comentarios:

  1. Rafael: la foto, naturalmente, está muy por encima del valor estético de los cuadros. Una composición perfecta con un tratamiento ejemplar de los aspectos técnicos. Abrazos

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  2. Gracias, José Luis. No sé si a lo mejor con un mayor conocimiento de este tipo de arte yo también pudiera llegar a admirar su belleza, pero, por ahora, me pasa como a ti

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  3. Técnica aparte, tiene un tono entre lo fantasmagórico y lo funcionarial (de edificio de ministerios o algo así) que me gusta.

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  4. Creía, Emilio, que no era ud. mucho de este tipo de imágenes,jeje.

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