Es triste que quienes pretenden ser defensores de igualdades y solidaridades son luego simples fascistas incapaces de aceptar la existencia de otros. Es lamentable que en la sociedad actual unos cuantos pretendan forzar las ideas de la mayoría. Es indignante que aquellos que parecían defender a oprimidos y desfavorecidos se hayan convertido en vulgares déspotas intolerantes cuya máxima virtud es que van en bicicleta. Sí, son ellos, los que consideran a la escuela un lugar de "lucha política " y quieren que los demás se plieguen a sus condiciones, quienes intentaron boicotear la visita del Obispo de Córdoba a los alumnos del área de Religión del colegio López Diéguez.