viernes, 23 de noviembre de 2012

Clint y la política




—Yo soy liberal en la forma tradicional en que lo eran los republicanos en el pasado. Es decir, apoyando a un gobierno más pequeño, que deje a la gente tranquila sin que sea la policía de los ciudadanos. Y, por otro lado, creo que habría que gastar menos. Si tienes diez dólares, puedes gastar diez, no doce y pedir prestado. Hay que vivir de acuerdo con tus posibilidades, tanto la gente como el gobierno. Pero no aprendemos, y eso que hemos tenido a lo largo de la historia muchas lecciones. Es increíble comprobar lo estúpida que puede ser la humanidad, porque seguimos repitiendo los mismos errores una y otra vez.


Clint Eastwood

http://www.abc.es/cultura/cine/20121123/abci-clint-eastwood-increible-comprobar-201211221809.html

martes, 6 de noviembre de 2012

Arena




Me sigue preocupando el asunto de la responsabilidad o, mejor dicho, la ausencia de ésta y la derivación de la misma como si de un trasvase fluvial se tratara. Pasan los años y me voy dando cuenta de lo infantil e inmadura que está resultando ser nuestra "sociedad del conocimiento", como gustan en llamar todos esos nuevos pensadores de aluvión.
El espectáculo bochornoso del lanzamiento de responsabilidades a quien pase por allí ya ha comenzado en Madrid a raíz de la tragedia del pasado miércoles. El Ayuntamiento culpa a los organizadores, estos a un individuo que lanzó una bengala y un sindicato de policías que aparece por allí cierra el círculo responsabilizando a la corporación municipal. Seguramente todos tendrán parte de culpa en lo sucedido, sólo se habrán considerado criterios económicos y nadie querrá ahora que le salpique la mínima gota de sangre de las fallecidas.
Sin embargo, hay algo más. He escuchado, visto y leído los testimonios de los jóvenes que acudieron a ese espectáculo y me llenan de estupor ciertas impresiones que transmiten: muchos borrachos, botellones previos, sabían que habría aglomeración, gamberrismo, masificación y, además, asistencia de menores, muchos de ellos con carnet de identidad prestado.
Ante esto no puedo dejar de preguntarme si no hay responsabilidad alguna entre aquellos que, viendo y conociendo las condiciones del lugar en el que entraban permanecieron en el interior; si no tiene culpa alguna quienes provocaban el pánico y las avalanchas como forma de divertirse y, por supuesto, si esos padres que permitieron acudir a tal evento a sus "inocentes" hijos no tienen nada que  decir, cuando muchos de los allí presentes eran, por si no fuera suficiente, menores de edad.
La educación es algo más que dar dinero a los hijos alegremente para que salgan, es más que llevarlos a un colegio, es más que salir en defensa de ellos ante profesores, vecinos, amigos o quien sea. La educación tiene un elemento fundamental en el "NO". Ese adverbio que para muchos padres ha dejado de existir.

jueves, 1 de noviembre de 2012

DIFUNTOS & HALLOWEEN

 

 
Llega el día de los difuntos y de todos los santos. Para los que ya peinamos canas la efemérides no deja de ser una celebración asociada a los cementerios, a los nombres algo raritos y a las gachas. En cambio, ya hay quien sólo ve en esto la noche de las calabazas, los disfraces y los maquillajes gore.
Este era el día de felicitar a la prima Obdulia, a los vecinos del pueblo, Eliseo y Adelaida, o a la abuela del primero derecha que se llamaba Clemencia. O sea, que a quien tenía el nombre poco habitual le dábamos las felicidades, por si acaso. Además, era un día de flores, cal, pintura, trapo y lejía, con el propósito de que los yacentes en los cementerios tuvieran una estancia algo más agradable, digamos que, al menos, más decente de cara a la galería; aunque luego cada cual escondiese sus lindezas entre los huesos comidos por el tiempo. Últimamente, veíamos incluso que los ayuntamientos se esforzaban en facilitar las labores que, mayoritariamente las mujeres (estadísticamente son más longevas que los hombres y, por lo tanto, hay más viudas que viudos), llevaban a cabo en los campos santos, repartiendo escaleras para subir a los nichos, personal para aupar a la señora o incluso cuartetos de música de cámara para hacer la estancia más llevadera (supongo que de los vivos).
Los tiempos cambian, y lo que era costumbre se vuelve antiguo y caduco; pasa de moda y las nuevas generaciones adoptan modelos traídos por quien marca las tendencias mundiales. Las series y películas americanas nos han ido introduciendo Halloween en casa, de manera que lo que es costumbre en aquellas tierras (también en parte de Europa) se ha convertido en moda en las nuestras. Los colegios se apuntan a la tendencia con especial ahinco, organizando montajes que conmemoran esta fiesta y, curiosamente, los padres están encantados, mientras esos mismos ponen el grito en el cielo cuando se trata de hacer un Belén, recrear la Semana Santa o poner un simple crucifijo en la pared de la clase.
Para redondear nuestra decadencia cultural, las madres de hoy ya no hacen gachas, se dedican a poner unas pizzas al horno para saciar a la marabunta de freddys, zoombies y dráculas, que se les avecina en la tarde-noche del treinta y uno.
 

martes, 16 de octubre de 2012

Andaluces: así nos ven.


Desde hace varios meses, cuando Carlos Herrera o Alsina dejan paso a las emisoras locales para unos minutos de información de andar por casa, los andaluces nos encontramos con un insulto en forma de publicidad radiofónica. Se trata del anuncio de la Caja Rural del Sur, en el que se nos trata como estúpidos analfabetos. Esta es la transcripción, con actrices de marcado y exagerado acento sevillano (no andaluz, ojo). El infame diálogo se remata con una sevillana (canción tradicional de sevilla):

"- Hola Rocío, dónde vas?

- Hola Inma, buscaba mi oficina del banco, pero me la han cambiado y ahora no sé cuál es la mía.

- No me extraña, mi hermano, el que está en la Junta fue a su oficina y ya no estaban los empleados conocidos, sólo estaban forasteros ocupados con sus cosas y me llamó para que le presentara en Caja Rural del Sur.

- Buena idea, esos son muy solventes. Según mi tío, el catedrático, que tambien tiene con ellos sus ahorros, allí reina el sentido común de los agricultores de nuestra tierra, que son los que mandan pero ¿les presentaste a tu hermano?

- Despierta Rocío, en Caja Rural no necesitas presentación, son gente sencilla, hablan como tú y como yo, siempre están aquí, te explican detalladamente los productos transmitiéndote seguridad y confianza y desde entonces allí tiene su nómina, le están ayudando a montar la tienda de mi sobrino.

(Sevillanas)
Andalucía guapa
Gitana mujer morena
libera tus jurdeles*, gitana,
de mano ajena
!Despierta! "

*jurdeles: dinero en jerga gitana.

Perlas: el hermano de la Junta, forasteros ocupados en sus cosas, el tío catedrático, el sentido común de los agricultores que son los que mandan.
Tópicos: con la letra de la sevillana sobran los comentarios.
Si después de esto a alguien se le ocurre ir a ese banco es que se aprecia muy poco. Aunque, por otra parte, y dándole la vuelta al asunto, los publicistas no son tontos y saben a quién dirigen sus campañas, lo que me lleva a pensar que posiblemente nos lo merezcamos.


sábado, 13 de octubre de 2012

En Madrid: Hopper



Me resulta difícil elaborar un pequeño comentario que no reincida en las manidas y tópicas aseveraciones de innumerables críticos y aficionados. Sólo puedo expresar mi modesta admiración por un pintor que me detiene ante sus cuadros por los que no deambulo indiferente y que es capaz de traspasar ideas y emociones.
La luz. No hay transición. Hay luz y sombra. Los personajes están condicionados por la iluminación y por la composición lineal que deja esa sensación tan característica de soledad, de incomunicación.
Dicen que Hopper no era aficionado a la fotografía, pero pocos pintores llegan a dominar la luz y la composición de esa manera tan próxima al ejercicio fotográfico, aunque sí era un cinéfilo, lo que se demuestra en alguno de sus aguafuertes que nos dejan ante una escena de cine negro, y en sus encuadres horizontales que nos trasladan al mundo del celuloide.
De la visita al Thyssen para contemplar su exposición del pasado mes me quedo con la sensación de haber disfrutado de un original punto de vista sobre el hecho pictórico, de sentir ante una imagen emociones insospechadas y un excelente catálogo que guardo con todo aprecio.









martes, 9 de octubre de 2012

OpInión incorrecta


El CIS acaba de publicar una encuesta en la que queda bien reflejado el desgaste que ha sufrido el modelo de estado actual. Cada vez son menos los que abogan por la banderita regional y crece el número de quienes desean que el gobierno de todos vuelva a tener el timón de un país con demasiados capitanes a bordo. Bien es cierto que ha sido la falta de fondos, la imposibilidad de sostener económicamente el dispendio que esto suponía, pero, al fin, nos hemos dado cuenta de nuestra necedad.
Sin embargo, la clase política no escucha. Ante este clamor que aumenta, gran parte de los dirigentes se encargan de inventar un estado en la dirección opuesta, con el fin de contentar a unos pocos que nos odian y sólo desean separarse, entre otros motivos por las prebendas que de ello obtienen. Es lo de siempre, se dan pasos en contra de la mayoría para beneficiar a una minoría insolidaria que ha hecho de la protesta y la disconformidad su forma de vida.
Ahora la moda es el "estado federal" y la reforma constitucional. Si se diera ese paso, dentro de diez años estaríamos igual que ahora: buscando la forma de entretener a la bestia.

viernes, 20 de julio de 2012

Contrastes en crisis


Sólo en la provincia de Córdoba y leyendo la prensa de hoy podemos darnos cuenta del concepto de "crisis" y de "recortes" que tenemos por aquí.

Lucena (Córdoba): 3,8 millones tirados (Centro de congresos)
Palma del Río (Córdoba): 1,5 millones innecesarios (piscinas)

Pedro Abad (Córdoba): 1000 € imprescindibles (administrativo ambulatorio)

Me la han robado


Desde que nos gobernamos por unas leyes que regulan la sociedad, hay ciertos detalles en los que a veces parecemos no caer en su cuenta. Me llaman la atención las declaraciones de un padre y las manifestaciones de un pueblo como Zuheros (Córdoba) en torno a la decisión de un par de muchachas de la localidad, que no han hecho otra cosa que ingresar en un convento de monjas de Sevilla. Estas jóvenes tienes la mayoría de edad y han mantenido repetidas conversaciones con sus progenitores para explicarles su decisión y la firmeza de sus convicciones.
Sin embargo, todo el pueblo se echa a la calle, el padre se encadena a la puerta de la iglesia parroquial y la prensa, fundamentalmente el Diario Córdoba, van a sacar tajada del ideario "matacuras" de parte de la población. Todo esto porque una chica, mayor de edad, decide ingresar en un convento, que ni tan siquiera es de clausura y permite el contacto con sus familiares. ¿Sucederá lo mismo si mañana otra joven decide irse a trabajar a Alemania, si hay quien al cumplir los años quiere ingresar en el Ejército, en la Guardia Civil o, simplemente, abandona su domicilio familiar para irse a vivir con su novio a Mallorca?
La verdad es que la falta de impudicia de determinadas personas me lleva al sonrojo. Esta sociedad debe estar enferma, cuando permite que una niña de dieciséis años pueda abortar por su cuenta y riesgo y sin dar explicaciones a nadie, mientras una muchacha mayor de edad se ve en el ojo de un huracán mediático-social por una decisión que afecta a su vida y su futuro.

lunes, 16 de julio de 2012

Obligaciones


No hace mucho mi sueldo de funcionario era una auténtica basura. Podía ser blanco de las burlas de obreros poco cualificados que, en los años de la abundancia, duplicaban mi salario al hilo del impulso inmobiliario. Personas que, de la noche a la mañana, conducían vehículos de alta gama, vivían en urbanizaciones con piscina o se dejaban seducir por la publicidad de carísimas pantallas de plasma de cincuenta pulgadas. Mientras, lentamente, constantemente, mi hipoteca se iba reduciendo, el coche se terminaba de pagar y comenzaba a acumular una pequeña imposición a plazo fijo que sirviera de base para los años venideros con hijos universitarios.
No duró demasiado y, en unos pocos años de negación de la crisis, de despilfarro autonómico, de políticos indolentes e irresponsables, de banqueros millonarios que dilapidaban los fondos de sus empresas y, también, de ciudadanos insensatos que se subieron al carro del derroche y la vida por encima de sus posibilidades; consiguieron acabar con los recursos disponibles. Se precipitó el fracaso de todo el sistema y, ahora, resulta que quienes no disfrutamos del caudaloso manantial económico nos encontramos con que no nos pagan parte de nuestro salario, nos suben los impuestos o nos obligan a trabajar más. Ahora resulta que somos unos privilegiados, unos vividores del sistema, somos los culpables y el blanco de la diana de todas las medidas que a otros no se atreverían aplicar. En estos momentos de recortes leo y escucho opiniones de quienes piensan que lo tenemos merecido por "disponer" de un sueldo fijo; aquellos que antes se envalentonaban mostrando sus saldos bancarios o los caballos de su BMW, han tornado en acusadores a quienes luchamos por conseguir una carrera, unas oposiciones, pasamos duros años en destinos lejos de nuestras casas y nóminas que ni tan siquiera subían con el IPC. Ya nadie recuerda las "inversiones" en viviendas que los convertían en millonarios en pocos meses, ni los banqueros ofreciendo ampliaciones infinitas de hipotecas que duplicaban el valor real de los bienes, ni de políticos que robaban y repartían subvenciones a manos llenas. Quienes no disfrutamos de aquello somos ahora el chivo expiatorio de los excesos de otros.
La actualidad arrastra al Gobierno sin que pueda contener las vías de agua que hunden cada vez más nuestra dañada carabela, sin viento que infle las velas ni corrientes que nos lleven lejos de aquí. Se impone que salgan los remeros de sus apretados camarotes y que todos nos dispongamos a bogar en la misma dirección. Sin embargo, sólo a algunos se les obliga a tomar el remo, mientras que vividores de la cosa pública mantienen sus despachos, sus secretarias y sus dietas, algo más escondidos, sí, pero esperando a que lleguen tiempos mejores en el suave regazo de la moqueta y el restaurante de lujo. Ese era el primer paso a dar, el político, sesgando la hierba bajo los pies de tanto inútil que vegeta en los estamentos del Estado, de tanto parlamentario, senador, concejal, asesor o director general que, impunemente, ha dilapidado mi dinero, el que me obligó a darles de mis impuestos y que ahora me vuelven a quitar para mantener el mínimo ¿necesario? funcionamiento de su maquinaria.
Es imprescindible que los dirigentes sean capaces de afrontar grandes empresas en este momento, tareas difíciles y de calado que nos hagan vislumbrar un futuro. Sin embargo, me temo que se impondrá la corrección, el no molestar a algunos (otros no importamos), el mantener status y privilegios y no soliviantar demasiado a quienes siempre tiran al monte, ya sean nacionalistas insolidarios, pesebreros subvencionados o aduladores de medio pelo.
Hoy, 16 de julio, hace ochocientos años que un grupo de reyes cristianos se unieron con un fin común y que cristalizó en la victoria de las Navas de Tolosa sobre los reinos moros. El proyecto de España se acababa de gestar y el sacrificio de muchos nos dio lo que hoy tenemos. No creo que tanta generosidad y valentía fuese posible en la sociedad actual: egoísta, correcta, acomodada e irresponsable; pero la batalla se libra ahora en un parquet bursátil y en vez de lanzas o espadas tenemos primas y rescates. Espero que la tan sufrida infantería no tenga que volver a sacar las castañas del fuego a quienes corrieron demasiado a lomos de sus caros corceles.

lunes, 19 de marzo de 2012

El Padrino. Más que Cine

Me da por hacer lo mismo que Santiago González: qué mejor homenaje que las palabras de Ignacio Camacho. Lo demás es rehacer lo insuperable.

El Don eterno
Ignacio Camacho. ABC 18/3/12.
EL tiempo pasa igual para todos, pero a unos nos va haciendo más viejos y a otros los convierte en inmortales. En el arte, la inmortalidad se llama clasicismo, y consiste en esa cualidad inmarcesible que ciertas obras poseen para prolongar su vigencia y su emoción más allá de las épocas, de las modas y de los ciclos. No es que siempre sean modernas, sino que se vuelven eternas por la perdurabilidad de sus valores, de sus códigos estéticos y éticos, de su mérito y de su belleza.
Así, cuarenta años después de su estreno, en marzo de 1972, «El Padrino» permanece intacta en su fascinante recorrido metafórico por los complejos y turbios territorios del poder, el dinero y la violencia. La seducción inquietante de esta película perfecta, concebida en un periodo histórico de fecunda liberalidad intelectual y creativa, va mucho más allá de su deslumbrante ejecución material, de su ritmo coral y sinfónico, de su vertiginosa sucesión de claroscuros fotográficos o de la sobrecogedora composición de caracteres lograda por un grupo de actores desatados en todo el rabioso esplendor de su genio interpretativo. También de su inmersión temática en el siempre sugestivo mundo de la Mafia y el crimen organizado, con sus ambiguas liturgias simbólicas y sus paradójicas reglas morales. Lo que la convierte en obra maestra, en un relato universal, en un clásico perenne, es la profundidad abisal de su descarnada exploración, llena de ecos shakespeareanos, a través de los senderos más turbulentos y oscuros de la condición humana.
A través de una afortunada conjunción de talentos, Francis Ford Coppola encontró el modo de filmar una tragedia de dimensiones existenciales salpicadas de elementos de intensa capacidad perturbadora. Un caleidoscopio de pasiones perpetuas que sacuden con su estallido brutal la conciencia del espectador de cualquier tiempo: la traición, la codicia, la crueldad, la venganza, la ambición; todas ellas atravesadas por un concepto primitivo de la justicia y de la lealtad y administradas a través de la sofisticada estrategia de la simulación para extenderse hacia la política, los negocios o las relaciones de familia. «El Padrino» nos gusta y nos conmueve aún no sólo por su asombrosa excelencia narrativa, por el impacto de dramática elegancia de sus escenas de sangre o por esos diálogos biselados de acero como el alma de sus vidriosos protagonistas, sino porque nos lleva directos al abismo de una violenta inmoralidad estructural en la que identificamos con hipnótico espanto las desnudas pautas de conducta que rigen el mecanismo de cualquiera de nuestras respetables sociedades. Y cuando descubrimos una inevitable corriente de simpatía interior por la humanidad ambivalente de Don Corleone o por la fría soledad ejecutiva de su hijo Michael sentimos la amarga certeza de hallarnos a la intemperie del desvarío de nuestra propia conciencia.

jueves, 23 de febrero de 2012

Un día de mentiras, otro de vergüenza


1: En el instituto Luis Vives había calefacción hasta las doce de la mañana.
2: El término “primavera valenciana” había sido registrado por Equo dos días antes de los enfrentamientos entre manifestantes y policías.
3: Los detenidos no eran alumnos del instituto. Eran activistas preparados para causar algaradas que provocaron diecisiete heridos, de los que catorce eran policías.
PSOE, IU y otros partidos de izquierdas se ponen al frente con la pancarta e intentan extender la algarada por toda España con el discurso de la “violencia policial”. Ahora son los policías. Ya acabaron con la autoridad de los docentes a base de LOGSE; en este caso, se trata de tener la posibilidad de insultar, escupir, arrojar objetos, agredir o simplemente desobedecer impunemente a un representante de la Ley que cumple con su trabajo de defender los derechos de todos. ¡Qué pronto han salido las asociaciones de padres a protestar por la actuación policial (recordemos que con catorce policías heridos)! Ya no se conforman con protestar en el colegio o instituto porque han suspendido a su hijo, porque le han reprendido o porque han atajado su gamberrismo con un castigo, no, ahora también patean porque, en lugar de estar en clase, sus hijos se dedicaban a insultar a los policías, instigados por profesionales de la revuelta. ¡Qué difícil les va a resultar educarlos!
Y a todo esto, desde el claustro de profesores se anima a los alumnos a manifestarse, tal como aparece en la “catalanísima” web del instituto, incluso se prometen aprobados por participar. Si es que entre los profesores también cuecen habas. Cuando tengan sesión de evaluación aparecerán sus "insumisos" alumnos a la puerta de la sala de profesores con pancartas y dando palos para conseguir el aprobado... entonces que llamen a la policía.
Todos tenemos el derecho de expresar nuestro disgusto, todos podemos montar una manifestación, concentración o lo que sea dentro de la legalidad; pero no es posible asumir como normal la ocupación indiscriminada de las calles y el enfrentamiento sin más con las fuerzas del orden, democrático, claro. Y por último, cierto que el PP utilizó las macro-manifestaciones para presionar a Zapatero, pero qué poco han tardado estos en coger la pancarta.



lunes, 20 de febrero de 2012

Vuelve el diezmo


La pirámide se invierte a discreción y ya no sabemos dónde está el vértice. Si dicho vértice supone el punto más alto, deducimos que también ahí encontraremos al líder de quien dimana la protección y la autoridad hacia el resto. El mundo cofrade nunca fue visto con especial simpatía por los diferentes prelados, párrocos o superiores de conventos, quienes no entendieron nunca el valor de esta forma de religiosidad popular para acercar el mensaje de Cristo a los creyentes. Tenemos casos peculiares sin salir de Córdoba, y sin necesidad de remontarnos a las prohibiciones del Obispo Trevilla que acabaron con la semana santa en el XIX; casos que suelen reiterar la expulsión del templo de determinadas hermandades, del peregrinaje de otras en busca de una iglesia donde poder colocar a sus titulares o de la pérdida de la sede por ocupar un par de habitaciones pertenecientes a la parroquia o convento. De hecho, la historia de la semana santa de Córdoba está salpicada de cambios de templo, teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos había un párroco o superior de convento que señalaba fieramente con su dedo el camino de salida a los cofrades allí recogidos por no ser de su gusto las actividades que estos llevaban a cabo. Al mismo tiempo, las hermandades tuvieron que buscar sus locales propios para colocar enseres, recibir a los hermanos o celebrar reuniones, siempre fuera del ámbito de la parroquia o convento y mediante costosas inversiones que, en muchos casos, han supuesto un verdadero calvario económico para las cofradías y han estado a punto de llevarlas a la desaparición.
Existe una circular del Obispado sobre tarifas que han de abonar las cofradías por el uso de los templos;  además las hermandades de Córdoba se plegaron hace unos tres años a colaborar con la Diócesis en su obra social de la casa de acogida de Cáritas con un tanto por ciento que descuenta la Agrupación de los ingresos a repartir a hermandades, aunque ya eran muchas quienes tenían su propia actividad caritativa y, aun así, duplicaron su esfuerzo. Anteriormente, ya se había estipulado un porcentaje de obra social para cada entidad a través de un Estatuto Marco que recortaba la peculiaridad de cada hermandad. Ahora se establece un diezmo sobre el montante bruto de ingresos que irá a parar a manos del Obispado para sus propios gastos.
No acabo de discernir si los ingresos del Obispado de transferencias estatales tienen que emanar hacia toda la Diócesis o si, por el contrario, es la Diócesis quien tiene que aportar sus ingresos al Obispo. Lo que está claro es que las hermandades siempre han sido un “añadido” mal mirado por la Iglesia que han tenido que buscar sus propias fuentes de ingresos, ya sea mediante las aportaciones de hermanos, participación en fiestas populares o venta de loterías, fotos o medallas. A ningún directivo cofrade se le ocurriría acudir al Obispado a buscar dinero ante una situación apretada, es más, cuando las hermandades no han podido resistir un mal momento y han desaparecido, sus enseres quedaban a disposición de párrocos y obispos para que dispusieran de ellos. Ahora la situación se invierte. La buena gestión de la mayoría de las hermandades les permite afrontar sus gastos litúrgicos, caritativos y de funcionamiento con cierta fluidez, mientras la Diócesis cordobesa se empantanaba en la gerencia de Cajasur o en recuperar las vigas de la Mezquita-Catedral. Aquí no hablamos de cantidades espectaculares, pero un 10 % de los ingresos brutos sí supondrían un verdadero extravío en el presupuesto de muchas hermandades en las que sus hermanos trabajan duro para salir adelante.
Hay quien me dice que las hermandades “son Iglesia” y, como tales, se acata, se paga y punto; es verdad, pero ¿somos Iglesia sólo para sufragar? ¿sólo para recibir el desprecio de párrocos y vicarios? Sin embargo, no somos Iglesia para ingresar fondos de las entidades bancarias eclesiales o de los beneficios de las entradas a museos y monumentos, por lo que hay que seguir dependiendo de las migajas que suelte el ayuntamiento de turno o la diputación pertinente.
El dinero. Al final todo queda en eso. Curiosamente, el segundo apartado al que se destinarán los fondos recaudados (el primero es para el sostenimiento del clero), según el Estatuto del Fondo Común Diocesano es para el “Culto Divino”. ¿Y no es eso a lo que se dedican las hermandades? La verdad es que no sé en qué dirección vamos.

Estatutos del Fondo Común Diocesano

Información en prensa

domingo, 12 de febrero de 2012

Es difícil ser neutral


Insinuar que la "poderosa mano" de Franco, la Falange y los requetés se alarga desde el Valle de los Caídos o que el "bigotes" y Correa desde el trullo son capaces de poner de acuerdo a todo un tribunal Supremo para condenar a Garzón es poco menos que dejarse atrapar en las redes del pensamiento más abstruso e inverosímil. A este juez se le ocurrió pedir el certificado de defunción de Franco mientras se acumulaban en el cajón causas urgentes de personas vivas que reclamaban justicia; a este juez no le tembló la mano al archivar la causa por apropiación indebida contra directivos del Santander tras cobrar miles de euros de este banco por unos cursos; y tampoco se cortó a la hora de ordenar escuchas a los encarcelados de Gurtel sabiendo la ilegalidad que cometía y las consecuencias procesales que esa acción conllevaba, ni más ni menos que la nulidad de las pruebas. En suma, que a este señor le han asistido todas las garantías procesales y que el Supremo le condena por unos hechos muy concretos. 
Quienes aparecen como paladines de este hombre supongo que será por una cuestión ideológica, como es costumbre en este país, en el que nos rasgamos las vestiduras cuando a un progre se le aplica la Ley, es decir, la doble vara de medir de siempre y la "superioridad moral" de determinadas posturas políticas que son capaces de denigrar a una jueza sevillana en el caso de los ERES, a un jurado en el caso Camps o a un Supremo en lo que nos ocupa, los mismos que manipulaban el Constitucional para aprobar el estatuto catalán o legalizar a los adláteres de los terroristas, resoluciones que no levantaron ni la ceja de los más conspicuos seguidores de toda esta estirpe y que no merecieron comentarios de ilustres blogueros, ni manifestaciones con pancartas a las puertas de los tribunales. Ya sé que la justicia no pasa por sus mejores momentos, reconozco los múltiples errores que se cometen y la lentitud en resolver los procesos, pero sí me congratulo de que no haya intocables, desde Camps o Blanco a Undargarín, pasando, por supuesto, por Garzón.

lunes, 16 de enero de 2012

No somos héroes


Será que el bienestar conseguido nos hace aferrarnos a la vida, será que conceptos como honor, dignidad o caballerosidad han caído en en el pozo de las palabras sin sentido para muchas personas que no ven más allá de sus propios intereses. Esto, que podría aplicarse a los políticos que tan indecentemente han dispuesto de nuestra sociedad, se ha extendido a buena parte de la población, que no consiente en asumir sus responsabilidades, acusando siempre a los demás o que se comporta con una falta de ética que revela la falta de principios a los que ha sucumbido nuestra comunidad.
El responsable de una nave, el capitán, el que decide, tiene la información, puede organizar y evitar situaciones catastróficas, la persona más preparada e indicada para estar al frente de una situación de emergencia; resulta que es quien abandona el barco cuando aún queda buena parte del pasaje y la tripulación a bordo. No entro en la pericia a la hora de marcar el rumbo del trasanlántico, ni en el estúpido motivo que le llevó a acercarse peligrosamente a la costa, sólo me desconcierta el salto que daría por la borda al mismo tiempo que cientos de personas todavía permanecían en el barco con peligro para sus vidas.
Imaginemos un incendio y que un padre de familia sale de su vivienda a todo correr mientras sus hijos pequeños permanecen dentro; o a un director de un centro educativo poniéndose a salvo en circunstancias similares cuando sus alumnos aún no han podido abandonar las clases; o al personal de un hospital apresurándose escaleras abajo y olvidando a los enfermos en sus camas ante una situación de emergencia.
No, no puedo entender cómo una persona como este "capitán" Francesco Schettino podrá convivir con esto, ni de qué forma explicará a su familia o a sus amigos por qué dejó a su suerte a aquellos de quien era responsable. Tal vez quitará todos los espejos de su casa.
Aparte de este sujeto, tenemos a otro paisano que, el pobre, se encuestra bastante deprimido; tanto es así que incluso su aparato digestivo es incapaz de soportar tanto estrés. Otro que saltó de los primeros, para quien no valía aquello de "las mujeres y los niños primero", que se buscó la vida sin pensar en nadie más y que, por supuesto, tiene una gran pérdida: su teléfono móvil. Ahora la prensa le da cancha y no me extrañaría que lo tratasen como a un héroe, eso sí, siempre esperando coger algo de dinerito de indemnizaciones por bajas psicológicas.
Como en estas situaciones no todo el mundo es igual, me quedo con la actitud de esta familia mallorquina, que fue consciente de cómo había que organizarse y dar prioridad a quien más lo necesitaba.