martes, 10 de diciembre de 2013

Por una semana santa sostenible


Prensa, pregoneros y cofrades varios se han encargado durante años de modelar el lenguaje políticamente correcto en torno a la carrera oficial que las cofradías hacen en semana santa. Desde expresiones denigrantes como "el culo del caballo" para referirse a la estatua ecuestre de las Tendillas, centro neurálgico del recorrido oficial o "el paseo entre escaparates" a la hora de hablar de la calle Claudio Marcelo, a otras laudatorias dirigidas al tan deseado templo mayor como "el sentido auténtico de la estación de penitencia", "el marco incomparable" o el "todos a la Catedral". Todo ello ha derivado en una sensación incómoda, marginal, de quien no ve tan claro el cambio de recorrido; convirtiéndose en poco menos que un apestado incapaz de expresar su disidencia sin el temor a ser señalado como retrógrado o incapaz. El lenguaje  se ha revelado como la mejor arma punitiva en este proceso, de manera que se ha creado todo un entramado escaso de razones pero ahíto de palabras, encapsulando el asunto catedralicio en un tema indiscutible protegido por consignas de todo tipo. Quien intente asaltar la muralla dialéctica de la carrera oficial en la zona que rodea a la Catedral, debe afrontar desprecios e incomprensiones propias de las elites que miran desde las alturas al elemento subalterno que pretende hacerse entender.
Esto es muy propio de la política y lo vemos en los lemas que han trazado una línea divisoria entre unos y otros. Así, por ejemplo, los “derecho a decidir” o “violencia de género” sitúan al discordante fuera de juego, pues no se le permitirá negar la mayor y habrá de moverse en el estrecho margen que le permita la perdida batalla del lenguaje, aceptando, en los ejemplos propuestos, discutir sólo dentro del marco del derecho conquistado o asumiendo la maldad masculina.

Así que ya saben, una semana santa sostenible, puesta en valor, igualitaria, identitaria y  con perspectiva de género, en la que los nazarenos y las nazarenas transcurran libremente por el recorrido diseñado por el pensamiento único. Y a callar.

domingo, 25 de agosto de 2013

La papeleta de sitio



Este es el diseño de papeleta para el Vía Crucis que he realizado para mi Hermandad. Al final resulta que uno que no es demasiado "fan" de estos eventos está todo el día liado con el tema. Cosas de la vida.


viernes, 9 de agosto de 2013

La oportunidad





Una curiosa entrada de Blog que nos muestra que en fotografía no sólo interviene el factor artístico, sino que el momento de la captura, el "don de la oportunidad", es fundamental para esas fotos que se hacen famosas y quedan en nuestra memoria.

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Cuando el fotógrafo pasaba por allí

miércoles, 7 de agosto de 2013

Se acerca el Magno

Este es el vídeo oficial de la Agrupación de Cofradías para la promoción del Vía Crucis


Y la camiseta para los costaleros, que se ha presentado en dos colores:




La información la publico en este BLOG y en la web de la Agrupación 

viernes, 28 de junio de 2013

Santos y bares


Me llama la atención una noticia como esta publicada en la web de Tele Sevilla:
Y no acabo de entender esta forma de relacionar las creencias religiosas y los bares. Es decir, que se hace un acrónimo utilizando el santoral católico, se programan actuaciones de bandas y coros de marcado carácter religioso y todo ello se enmarca dentro de una campaña de una marca de bebidas que lo único que pretende es vender más y aumentar sus beneficios. Rápidamente se prestan a ello quienes no deben hacerlo, quienes acudirán con sus cruces y medallas bendecidas a ponerse al frente de este invento y, como es natural, no faltarán los capillitas a tan fastuoso evento. Han olvidado un elemento fundamental en todo este tinglado: los esforzados costaleros que no podrán pasearse al ritmo de las Tres Caídas y que serían potenciales consumidores en la fiesta esta; pero, al tiempo, el año que viene habrá pasito, con flores y velas, con la izquierda por delante, con costales, tatuajes y camisetas de tirantes, y desde las metrópolis cercanas se programarán viajes para asistir a tan magno acontecimiento.
Un despropósito que enfrenta a los cofrades con un espejo al que da miedo mirarse.



Coca Cola ficha a las Tres Caídas para su fiesta de San Bar-tolo


San Bartolo, la fiesta de Coca Cola
San Bartolo, la fiesta de Coca Cola
REDACCIÓN
Coca Cola celebra mañana en Triana la fiesta deSan Bar-Tolo como parte de su campaña dedicada a homenajear a los bares que arrancó con la emisión del spot “Benditos bares”.
Durante la fiesta, que tendrá lugar en la calle San Jacinto, participará la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de las Tres Caídas y elCoro de la hermandad del Rocío de Triana.
El director de comunicación de Coca-Cola España, Carlos Chaguaceda, aseguró que “hemos querido contar con las hermandades como instituciones que hacen el bien a otra gente”.
La propuesta de Coca- Cola es que la gente salga de sus casas y disfrute de su ocio tanto en las calles a través del circo urbano, batucada y diferentes espectáculos.

sábado, 22 de junio de 2013

Más sobre el Via Crucis Magno


Vía Crucis Magno del Año de la Fe en Córdoba. 14 de septiembre de 2013.
Una vez confirmada su participación por las distintas hermandades, esta sería la lista de imágenes participantes en el Vía Crucis, siguiendo la configuración de Juan Pablo II:

0. Nuestra Señora Reina de los Mártires (Hermandad Buena Muerte)
1. Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto (Hermandad del Huerto).
2. Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado (Hermandad del Rescatado).
3. Nuestro Padre Jesús de las Penas (Hermandad de la Esperanza).
4. Nuestro Padre Jesús de la Redención (Hermandad de la Estrella).
5. Nuestro Padre Jesús de la Sentencia (Hermandad de la Sentencia).
6. Nuestro Padre Jesús Humilde en la Coronación de Espinas (Hermandad de la Merced).
7. Nuestro Padre Jesús de la Pasión (Hermandad de la Pasión).
8. Nuestro Padre Jesús Caído (Hermandad de Jesús Caído).
9. Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Santa Faz (Hermandad de la Santa Faz).
10. Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia (Hermandad de la Paz).
11. Santísimo Cristo del Amor (Hermandad del Amor).
12. Santísimo Cristo de la Expiración (Hermandad de la Expiración).
13. Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas (Hermandad de Ánimas).
14.
-       Santísimo Cristo del Descendimiento (Hermandad del Descendimiento).
-       Nuestra Señora de las Angustias Coronada (Hermandad de las Angustias).
-       Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro (Hermandad del Sepulcro).
15. Nuestro Señor Resucitado (Hermandad del Resucitado).

El recorrido común comenzará en la Cruz del Rastro, continuando por Ronda de Isasa, Puerta del Puente, Torrijos, Puerta del Perdón, Patio de los Naranjos e interior de la Catedral. Las hermandades estarán dispuestas en Ronda de Isasa en el orden de las estaciones del Vía Crucis.
El cortejo se inicia a las 20:45 h. en la Plaza del Triunfo con la cruz catedralicia seguida por las cruces de guía de las hermandades que deseen participar (de penitencia y glorias).
La Reina de los Mártires abrirá el acto, que se inicia con una ofrenda floral a los Santos Mártires.
Junto a la Puerta del Puente se instalará la tribuna desde la que el Obispo leerá las estaciones. Los diversos pasos irán transcurriendo bajo la Puerta del Puente y pararán ante el Obispo a la vez que se leen sus respectivas estaciones.
Todo el cortejo entrará en la Catedral, donde el Obispo dirigirá una homilía a los presentes.
Una vez terminado el acto, en torno a las 23:00 h., las hermandades saldrán de la Catedral por la puerta del Perdón o por la de Santa Catalina, dependiendo del recorrido de vuelta y en ordenadas por lejanía, es decir, las que tengan mayor recorrido saldrán primero y las más cercanas a la Catedral al final.
Los cortejos de cada hermandad estarán compuestos por:
-       Cruz de guía con acompañamiento de faroles o varas
-       Diez parejas de cirios.
-       Estandarte corporativo con acompañamiento de varas.
-       Dos filas de presidencias.
-       Grupo musical de capilla.
-       Cuerpo de acólitos (ciriales e incensarios).
-       Paso.
-       Diputado de cortejo y fiscal de paso.
-   Capataz y contraguías.
Los cortejos podrán ir acompañados de bandas y otros hermanos fuera del recorrido oficial, abandonando éste antes de llegar a Cruz del Rastro y reincorporándose a la salida de la Catedral.
Los participantes tendrán que llevar traje oscuro, con corbata oscura para los hombres. Para los costaleros está prevista la confección de unas camisetas conmemorativas en manga corta y de color blanco.
Se instalarán unas ocho mil sillas (precios entre 6 y 10 €, dependiendo del sitio) en Ronda de Isasa, Plaza del Triunfo y Torrijos (pendiente de confirmar en el Patio de los Naranjos de la Catedral), que servirán para sufragar los gastos. El alquiler podrá contratarse a partir de mediados de julio.
La cera y la flor se encargará conjuntamente por la Agrupación con el fin de abaratar costos.
Las bandas de música correrán por cuenta de las hermandades, que recibirán una cantidad de la Agrupación dependiente de los beneficios del alquiler de sillas.
Los itinerarios de ida y regreso han sido fijados por la Agrupación, aunque a lo largo de la próxima semana tendrán lugar diversas reuniones con las hermandades para establecerlos de forma definitiva, escuchando las propuestas de los diputados de cada cofradía.
Ayer se presentó el cartel, realizado por José I. Aguilera.:



 Esta información también la pongo en la web de la Agrupación de Cofradías.

martes, 11 de junio de 2013

Esa feria que se fue.

Terminados los días de alboroto que nos trajo el mes de mayo, puede ser recomendable cierta crítica ante tanto festejo mal planteado. Reconozco que esto no es demasiado popular, pues la mayoría estará encantada de haber retozado en el lodazal del Arenal, pero bien es cierto que demasiados cordobeses hemos comenzado una diáspora que nos aleja, cada año más, de una feria que nos resulta extraña, ajena y poco acorde con lo que entendemos ha de ser un lugar de entretenimiento y diversión, además de punto álgido de las fiestas locales.

Mi visión de la feria se remonta a los años en los que el Real se encontraba en el Paseo de la Victoria, un lugar céntrico, fresco y elegante, en el que hemos disfrutado de momentos inolvidables. El cambio al recinto del Arenal nos enfrenta a la suciedad, incomodidad, el calor sofocante y el nuevo modelo de fiesta “abierta”. Indudablemente, proponer el regreso de la feria a la Victoria no es acorde con una ciudad moderna y organizada, pero la “feria abierta” que se impuso en el año 1994, ya en el Arenal, presumía de ser muy "acogedora" y, sobre todo, del gratis total en el acceso a las distintas casetas. Que todos puedan entrar con total libertad en las casetas feriales parecería positivo y animaría a todos a pasar sus tiempo en el recinto; pero, evidentemente, ese no ha sido el resultado. La "feria abierta" ha propiciado que el sistema de mantenimiento económico de las casetas no sean sus socios, sino los clientes que esporádicamente pasan por su barras y, como es lógico, a más clientes más beneficio; por lo tanto, se gastan lo justo en decorarlas y buscan más metros de barra y de carpa. En definitiva, resulta algo cutre y horroroso. Al ser cutre y horroroso se invita a que las personas que acuden a su interior vistan de igual forma: camisetas y chanclas; se comporten de igual forma: borracheras y peleas; o busquen lo mismo: alcohol y discoteca. Esto ha expulsado a las familias de la feria, quedando como un simple polígono discotequero iluminado por las luces de las ambulancias, perfumado por el aroma del pollo frito y amenizado por las cargas de lo antidisturbios. 

Esperemos que el trabajo de asociaciones como Casetas Tradicionales o la insistencia de periodistas como Luis Miranda impulsen otra mentalidad respecto a este lamentable evento.



La suerte de la fea


Las claves de Diario Córdoba



lunes, 3 de junio de 2013

Otro Corpus decadente

Corpus 2013 galería de fotos


Una vez más, la procesión del Corpus Christi en Córdoba queda desangelada, triste, poco trascendente, pese a la importancia que tiene el hecho de ser la Forma Sagrada quien la preside. Poco público, escasísimo; sólo al regreso de Tendillas, al inicio de la calle Jesús y María, se concentraron más personas a la sombra de los edificios. No demasiado clero, apenas niños vestidos de primera comunión, escasez en los cortejos… En fin, salvo por las cofradías, las cuales estuvieron representadas en su mayoría y son quienes tienen el interés de montar altares en el recorrido, lo demás quedó indolente y apático.
Por más que se comentase, no hay excusa con el argumento de la noche de feria, de la misa tempranera o de la cercana playa malagueña. El Corpus no funciona en Córdoba porque esta ciudad no cuida sus tradiciones más señeras, porque no hay demasiado interés por parte de la autoridad eclesiástica en dar un giro a esta situación y porque a nuestra apatía habitual como cordobeses se une el desarraigo de una población que no ve más allá de la esquina de su calle.
Habrá que introducir cambios en recorridos, retrasar la hora de salida, sumar a la procesión devociones notables de la ciudad y adecuadas para el Corpus, realzar las representaciones seglares y religiosas en cantidad y calidad, introducir grupos de música de capilla que dirijan los cantos (no un altavoz en un carrito de compra), dejar la organización del cortejo a quien de verdad entiende de eso (cofrades, no vigilantes de la Catedral) y, además, contar con una serie de actos alrededor de ese día que magnifiquen la festividad.
Ya el Obispo, en su alocución en la Plaza de las Tendillas, acertó al dirigirse a las autoridades presentes y recordarles que, como cristianos, mostramos nuestra fe públicamente; si bien es cierto que no pudo escucharlo la principal autoridad de la ciudad, el Alcalde,  quien se encontraba ausente de este acto. Por cierto, pequeño gazapo de D. Demetrio quien al agradecer al Ejército su participación en la procesión, ensalzó sus “artes marciales”, en lugar de su marcialidad; bueno, tal vez también dominen el kung-fu.

¿Sería conveniente volver el Corpus al jueves? 


* Me apunta el amigo Joaquín de Velasco que, además de las cofradías, la Adoración Nocturna es otro de los grupos de laicos que siempre están presentes en esta celebración. Como tiene razón, añado esta nota a pie de página.

jueves, 16 de mayo de 2013

El Día del Libro



Una lástima que en nuestra ciudad la cultura haya sido sustituida por el rancio costumbrismo más esclerotizado. 
La foto superior corresponde a la feria del libro de este año celebrada en el Gran Capitán. Bien es verdad que no había exceso de expositores ni de nuevos títulos con interés. Últimamente vemos los mismos nombres en las portadas de los volúmenes expuestos en las tres o cuatro librerías de nuestra alegre ciudad. Pero también nos apena que el Día del Libro pase con más pena que gloria por estas calles que sólo se ven transitadas para la fiesta y el copeo. Córdoba se recrea en la ignorancia y ensalza ideas que hace tiempo tendrían que haber dejado de ser el referente social. Y si no, lean la entrevista con uno de los baluartes de esta ciudad, de la que extraigo esta cita que no tiene desperdicio: "cuando uno termina su trabajo, llega a su casa y la mujer está fregando y no nos deja ni pisar, coge y se baja a la peña". Tras leer esto no puede sorprendernos que Córdoba siga ocupando los últimos lugares en edición de libros, como aparece reseñado en la información de ABC.

Y no vamos a mejor. Si buena parte de la sociedad cordobesa es así y piensa de esa forma, los libros no tienen cabida en los anaqueles de las viviendas. Antes habrá lugar para una televisión que imponga su ley a base de pulgadas, unos euros para gastar en bares y unas horas para consumir en batallas balompédicas. 

El peñista mayor

martes, 14 de mayo de 2013

El Via Crucis Magno



La Asamblea de Hermanos Mayores de cofradías agrupadas en Córdoba acaba de aprobar por mayoría la realización de un via crucis magno para el próximo 14 de septiembre, sábado. El proyecto, presentado por una comisión de la Agrupación de Cofradías, tiene las siguientes características:
Fecha: 14 de septiembre entre las 19:30 y las 20:30 h.(aún por determinar) da comienzo el recorrido oficial.
Recorrido: Todas las hermandades participantes tendrán un itinerario fijado por la Agrupación. Confluirán en un recorrido común que comenzará en la Cruz del Rastro para dirigirse por Ronda de Isasa, Puerta del Puente y Torrijos a la Catedral. También se prevé que el recorrido oficial se inicie en la Calahorra para seguir por el Puente Romano, Torrijos y Catedral.
Organización: Los pasos pueden ir acompañados de bandas en el itinerario individual, aunque en el común sólo tendrán el acompañamiento musical de un grupo de capilla para cada uno. Los cortejos se compondrán de: cruz de guía, diez parejas de cirios, estandarte con escoltas, presidencia, acólitos, paso con titular y acompañamiento musical.
Financiación: Está prevista la instalación de ocho mil sillas en el recorrido común, con lo que se pretende conseguir los ingresos que permitan dar unas aportaciones fijas a las hermandades para sufragar el gasto en bandas, así como realizar la compra conjunta de cera y flor para abaratar costes. La subvención económica dependerá de la venta de dichas sillas.
Participantes: Una vez aprobada la realización de este via crucis la Agrupación irá contactando con diferentes hermandades para obtener su participación en el mismo.

jueves, 9 de mayo de 2013

Cruces o desmadre





Ha terminado una semana importante para muchas de nuestras hermandades: Las cruces de mayo. Una semana de intenso trabajo en la que se busca la forma de aportar unos ingresos extraordinarios a las cofradías. Entiendo que el esfuerzo que todos hacemos ha de verse recompensado con ese dinero que tanta falta hace, sobre todo tras los dos años que llevamos de lluvia en este festejo. Al mismo tiempo, nos hacemos partícipes de una tradición que la Iglesia adoptó al cristianizar esas veladas paganas que en la antigüedad festejaban la primavera con bailes alrededor de un árbol y que con la escusa del hallazgo de Santa Elena de la Cruz de Cristo pasó a formar parte del calendario de conmemoraciones cristianas, concretamente el 3 de mayo; el atavío de una cruz era propio de vecinos de calles y plazas, quienes aportaban las flores de sus casas y bailaban y cantaban canciones típicas del lugar. Hasta aquí todo podría parecer que tiene un sentido, y que la conjunción de la remembranza de la Cruz y de las necesidades (cada vez mayores) de las hermandades hacen de esta fiesta un punto de encuentro bucólico e interesante para todos. Pero, querido lector, nada más lejos de la realidad. El caos que se apodera de la ciudad en el día festivo del primero de mayo (día del trabajo desde hace unos años) por mor de esta celebración, me lleva a pensar si esto no está tomando unos derroteros impropios de lo que debería ser una fiesta sencilla que se expande por las calles y plazas de Córdoba. El ruido insoportable de los altavoces hasta la madrugada, las concentraciones masivas de personas en estado de embriaguez, la suciedad, el rastro de orina que permanece durante días, los cortes de tráfico, las cargas policiales, peleas..... En fin, una desastrosa imagen para quienes nos ocupamos de intentar sacar adelante nuestras hermandades. 

Aun así, hay hermanos mayores que solicitan ampliar los día y el horario de las barras instaladas con el fin de hacer más caja, aunque no sé si nos paramos a pensar que cada vez nos parecemos más a la feria y el despropósito que ello supone. Los vecinos cada vez más disgustados presionan desde los medios de comunicación al Ayuntamiento y no tardaremos en ver prohibiciones y recortes en el desmadre que actualmente tenemos. 
Lo peor es que esto afectará a todas las cruces y a todas las hermandades, cuando no todas son iguales. También tenemos cruces familiares, que controlan las molestias que causan, que no tienen denuncias de vecinos ni apercibimientos de la autoridad, a las que se puede ir con la familia, con niños, sin arriesgarse; pero que pagarán por el modelo que otros han seguido y que tan pingües beneficios económicos les dan.
Entiendo que la Iglesia quiera quedarse sólo con la exaltación de la cruz del 14 de septiembre y que no desee tener mucho que ver con esos días que, como dice nuestro Ayuntamiento, son del “mayo festivo” y que centran en torno al día del trabajo (sin trabajar) lo que podría tener un mayor carácter religioso.


Fotos que no entiendo

Pese a la fama y la cotización, no sé qué esconden:






lunes, 6 de mayo de 2013

Balance cofrade




Ya sé que este año no hay demasiado que resumir, que el balance no quedará completo en tanto sólo tuvimos un par de días que podríamos calificar “casi normales”, pues la lluvia se convirtió en semana santa en el acompañante indeseado de nuestras cofradías; pero sí hay algo que me llamó poderosamente la atención. 


La semana santa de Córdoba que conocí en mi infancia tenía un elemento que me sobrecogía, que me impresionaba y me hacía desear con avidez que se acercara ese momento en que culmina cada cuaresma: El silencio. El silencio no eran cofradías sin bandas, era el profundo respeto y recogimiento con el que todos presenciábamos el paso del Señor de la Misericordia, de Nuestra Señora de los Dolores o del Santo Sepulcro. Palabras a media voz, un continuo persignarse ante el dolor de Jesús y su Madre, una lágrima de emoción e incluso el salto en el corazón con los sones de una marcha bien interpretada entre los tintineos del fleco de bellota. Claro que había “levantás”, la mayoría mal realizadas, idas y venidas de bambalinas sueltas y marchas poco acordes con la representación que se portaba. Pero había silencio y respeto.
Esta semana santa de 2013 ahonda más aún en el griterío generalizado en las calles, en los empujones y peleas por unos centímetros cuadrados de acerado, en los alaridos de “guapa” a nuestras vírgenes, como si se tratase de la Pantoja; en ese público inconsciente que cruza e interrumpe el tránsito de las hermandades y que se abalanza como animales contra los respiraderos y faldones de los pasos; esta semana santa se hunde en la sinrazón del espectáculo, del entretenimiento de familias “apalomitadas” como si estuvieran en el cine y que entretienen a los niños con estampitas y cera de los nazarenos; esta semana santa desciende a lo más soez y vulgar que podíamos presenciar, con costaleros y músicos que pretenden ser protagonistas del aplauso ignorante, con nazarenos adictos a las redes sociales y con unos dirigentes cofrades que debieran orientar sus cofradías en una dirección bien distinta.
Quien piense que hacemos una función mediática para entretenimiento de turistas y futboleros aburridos con sus niños están muy equivocados. Pero entre el desconocimiento y la pésima educación nos adentramos en una caverna peligrosa para nuestra semana santa.

lunes, 1 de abril de 2013

La Semana Santa de Ignacio Camacho



Uno de los grandes periodistas de opinión reflexiona sobre la Semana Santa:


La llamada de la sangre


IGNACIO CAMACHO

Por su arraigo comunitario, popular, la Semana Santa es también una celebración ecuménica, una fiesta del respeto

Hay un entrenador español de fútbol que incluye una curiosa cláusula en sus contratos. Esté donde esté, trabaje donde trabaje, en España o en el extranjero, se juegue un descenso o la final de un campeonato, obliga a sus equipos a autorizarles por escrito que la Madrugada del Viernes Santo podrá estar en su pueblo -de Sevilla- para sacar a su Virgen de costalero. Se lo prometió a su padre, que lo inició en esa devoción, y no firma si no se le garantiza la posibilidad de acudir a esa ancestral llamada de la sangre. Porque de eso se trata, al fin: de una voz que desde el fondo de los siglos apela a la tradición, a la fe, a los sentimientos y a las pasiones.
La Semana Santa no se puede separar de la religión, sin cuyos misterios del sacrificio y de la redención apenas resultaría un trivial teatro callejero, pero su fuerza social reside en su carácter abierto. Abierto a la belleza, a la sensualidad, al arte y a la memoria. Y también a una especie de comunión de fraternidad humana; conozco a muchos agnósticos que salen de nazarenos porque así se sienten vinculados al resto de su comunidad en un rito anual de encuentro con su cultura. Unidos en la liturgia penitencial con las raíces de su pueblo. Hace pocos años, en la localidad gaditana de Trebujena, un feudo tradicional del sindicalismo agrario, los comunistas que iban a salir para una manifestación en Sevilla fueron los primeros en acudir a salvar las imágenes de un incendio en la iglesia. En un impulso espontáneo trituraron de un solo golpe la rancia reminiscencia de esa izquierda quemaconventos que aún suscita cierta nostalgia en desnortados sectores del laicismo posmoderno. No fue una estampa del «Don Camilo» de Guareschi sino una demostración del arraigo que «los santos» -como ellos decían- poseen en la identidad popular, en la forma de vida comunitaria.
Esa llamada interior vertebra una parte sustancial de nuestra convivencia colectiva. Bajo los pasos sudan como costaleros ciudadanos de todas las ideologías agrupados en el mismo sacrificio, en la sublimación física y simbólica del trabajo. La Semana Santa, como fiesta del regreso que también es, los reúne en torno a un sentimiento de pertenencia, igual que marca el tiempo del retorno de muchas familias emigrantes a la geografía de sus recuerdos. Ocurre incluso dentro de las mismas ciudades, donde las cofradías representan la recuperación anual de la memoria de los barrios y les devuelven a los núcleos históricos el protagonismo esencial arrebatado por la moderna configuración urbana.
Eso sí, nada de ello sería posible sin la centralidad de la fe, eje de la conmemoración y médula, como en la Navidad, de su sentido metafísico. Sin embargo, la importancia de esta celebración cenital es su capacidad unificadora, su potencia ecuménica: ese lazo espiritual que la convierte en una insólita, imprescindible fiesta del respeto.

lunes, 18 de marzo de 2013

Manfrotto y mi palio

Fotógrafo by RafaR_S



No hay manera, cada vez que miro a mi palio me encuentro con el manfrotto. No son doce varales, son doce y el manfrotto. Allí está, oscuro, permanente, esquivo y pertinaz. Se mueve, adelanta, nunca se pierde, siempre vuelve. Retorna a su sitio tras caminar por encima de cabezas y capirotes. Las volutas de incienso le envuelven dándole incluso cierta dignidad litúrgica; es portado con cuidado y esmero, se gira a mirar a mi Virgen, calibra la distancia, el lugar y el momento, para, de pronto, abrir sus extremidades e insertarse en el duro asfalto. Y ahí permanece, incólume a las voces del capataz, campante ante las miradas de los fieles, inmune a los azotes del incensario. Impávido, sereno, imperturbable; persiste en su misión hasta el último momento, hasta el golpe final del llamador, incluso aguantará unos segundos más, hasta que las hojas de acanto del respiradero parezcan enormes cuchillos afilados, hasta que el aliento de los costaleros se haya convertido en ciclón, hasta que la túnica del maniguetero se enrede entre sus metales. Será entonces, y sólo entonces, cuando suene el “click” del disparador y decida levantar el vuelo, posarse sobre un hombro displicente y mantener el acomodo siempre delante de mi palio, siempre ante mi Virgen. Capaz seré de presentarle mi vara nazarena y que, en buena lid, decidan quién se ocupa de preceder a la Señora.     

jueves, 14 de marzo de 2013

Ser cofrade



No hace mucho, un conocido me contaba que debía ir por su pueblo para asistir a una reunión de componentes de cierta cofradía. Me extrañó, pues no sabía que tenía intereses cofrades, y le interpelé al respecto; a lo que me respondió que sí, que a él no le motivaba demasiado el mundo cofrade, pero que la hermandad a la que pertenecía era a la que había estado apuntada toda su familia desde hacía muchísimos años. Tal es así que las generaciones se van pasando el título de cofrades de padres a hijos y resulta una pérdida irreparable no continuar con esta tradición. La persona de quien hablo dejó el pueblo hace tiempo y no posee allí propiedades ni familiares cercanos, pero acude regularmente cuando llega la semana santa para renovar sus votos cofrades e incluso participar en determinadas actividades. Él espera que sus hijos sigan el mismo camino.
              Ahora es muy común inscribirse en una hermandad por motivos de lo más dispares: porque están mis amigos, porque llevan capa, porque se recoge temprano o por estar cerca de mi casa. El problema viene cuando no se encuentra una base más sólida para estar en una entidad religiosa como es una cofradía y, consecuentemente, a los pocos años llegan las bajas, por razones igual de caprichosas: porque ahora tengo otros amigos, han cambiado las túnicas, porque les han atrasado el horario o porque me he mudado de casa. Esto provoca en las juntas de gobierno un gran temor a realizar cualquier cambio que pueda afectar a los miembros de las hermandades, pues saben perfectamente que, a la más mínima, el “hermano” se da de baja y, claro, una baja masiva supone cargarse el presupuesto para todo un año, aparte del desprestigio que ello supone.
              Quisiera que fuésemos capaces de reflexionar en torno a nuestra razón de estar en la Hermandad, de ser hermanos, y plantearnos que esto no debe ser una moda para salir unas cuantas veces de nazareno o de costalero, sino que la cofradía y sus titulares han de estar siempre cerca de nuestro corazón, presente a largo plazo y, si fuera posible, como un título más en la vida de una persona: “Licenciado en…, trabaja en… y… de la Hermandad de ...”. Pensemos que tal vez, como en el ejemplo que expuse, lo que queda no es una herencia material de unos euros o alguna propiedad; sino que lo que permanece inmutable es una costumbre, una tradición, un sentimiento.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Cofradías y catedrales



Partimos de una base: el templo mayor de nuestra ciudad es el lugar indicado en el que las hermandades deberían hacer sus estaciones de penitencia.
Tras la afirmación del párrafo anterior podría deducirse que mi inclinación sobre este asunto está en la línea que pregoneros y periodistas de ABC llevan marcando desde hace cinco o seis años. Cierto es que no les falta razón en la conveniencia de transitar por la Catedral de Córdoba, pero, en este caso, no todo el monte es orégano.
El tema de la segunda puerta en la fachada norte del templo se ha convertido en el escollo que algunos ponen, como último dique de contención, al traslado de la carrera oficial a las inmediaciones de la Catedral; pero no deja de ser más que una excusa, fundada y razonable, pero sólo excusa. En cualquier momento se adoptará una solución técnica que permitirá abrir la celosía más famosa de Córdoba. El problema es más profundo y tiene varios elementos en contra del traslado de la carrera oficial:
-         La situación de la Catedral obligaría a la instalación de palcos, sillas, etc en las inmediaciones del río Guadalquivir, en el paseo de la Ribera; una zona poco acogedora con el río en un lateral y deprimida,que forzaría a los espectadores a realizar desplazamientos incómodos y a soportar temperaturas poco agradables, especialmente cuando la semana santa tenga lugar en fechas tempranas. Podríamos colegir que, a la larga, se perdería buena parte de los ingresos que la Agrupación obtiene de sillas y palcos, además de presentar un recorrido oficial poco hospitalario en su configuración y con posible falta de público.
-         La estrechez de las calles aledañas a la Catedral obligaría a determinadas hermandades a dar rodeos extraordinarios para acceder a la carrera oficial o para regresar a sus templos de origen. Hará unos seis o siete años, la Agrupación llevó a cabo la medición de los pasos de las cofradías, concluyendo que algunas de ellas tendrían serios problemas para transitar por las calles del entorno catedralicio, como podemos ver aquí. Esto supone horas y horas de recorrido para hermandades poco acostumbradas a esos itinerarios.
-         Tengamos en cuenta que la configuración casi laberíntica de las calles cercanas a la Catedral para entender los problemas de acceso y evacuación que podrían producirse cuando todas las hermandades se vieran obligadas a transitar por ciertas vías al ser el recorrido oficial; con el añadido de la obligada ralentización en el tránsito dados los giros necesarios y los obstáculos que encuentren.
La carrera oficial actual se prolonga en el tiempo y lleva más de cincuenta años vigente con ligeras variantes. Cierto que es corta, pero tiene unas características que la hacen viable;
-         El acceso de las hermandades es fácil, así como en su salida se permite el regreso a sus templos o la llegada a la Catedral.Cada hermandad, por lo tanto, tiene capacidad de decisión y realiza la estación de penitencia que más le conviene.
-         Para los espectadores resulta una carrera oficial cómoda, accesible, céntrica y bien situada; con servicios cercanos.
-         Muchos son quienes apuntan que las hermandades sólo vamos a darnos una vuelta por la zona comercial del centro de la ciudad, obviando que la calle Claudio Marcelo es algo más que asfalto con tiendas en los laterales. Esta calle en cuesta fue la zona noble de la Córdoba romana, junto al templo principal y el foro. Cuando pisamos esta vía reproducimos los pasos de claudios, lucios y aurelios y nos movemos entre lo más granado de la arquitectura modernista de principios del siglo XX. También son multitud quienes afirman que en la plaza de las Tendillas vamos a visitar a cierto monumento en el que predomina un caballo; olvidando que estamos ante la estatua ecuestre de uno de los personajes más importantes de nuestra historia: Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. 
Por todo esto, no me avergüenzo de hollar con mis pies nazarenos la carrera oficial actual, pues me siento muy orgulloso del pasado romano de mi ciudad, que no todo serán abderramanes y almanzores, los califas que han abducido a muchos cofrades tras años de gobierno municipal volcado en resaltar sólo una parte de nuestra historia.
¡Corduba, capital de la Baetica! 


lunes, 11 de marzo de 2013

Los entendidos



Ya que se acerca mi querida semana santa, procede comenzar una serie de opiniones sobre el mundillo que la rodea y la hace tan especial y única. Y qué mejor manera que describiendo a algún espécimen de los que sientan cátedra.
Se han desarrollado poco a poco, con el tiempo. No ha sido una oleada imparable, sino que se han ido situando silenciosamente entre lo más granado del gusto y de la moda. Son los nuevos entendidos cofrades. Hace años entró con fuerza un grupo cofrade que presumía de memorizar marchas procesionales, conocer los nombres de los capataces más afamados o saberse al dedillo el despiece del palio de la sevillana Virgen del Patrocinio. Eran los llamados "kofrades", término que acuñó el periodista Carlos Colón en sus artículos en EL PAÍS. La obsesión por conocer y memorizar el dato más estúpido, por poseer cualquier elemento coleccionable semanasantero o por despotricar (ejercicio habitual del cofrade) de todo lo que no se parezca a su modelo sevillano.
En cambio, el nuevo cofrade entendido es más sutil. No se sube al carro de las cornetas ni se coloca costales de colores sobre su cabeza. El entendido pontifica sin dejar lugar a la discusión, porque todo lo que dice es ley. Su gusto es selecto y sublime y lo que quede fuera de los parámetros que establezca será considerado soez, enquistado y cateto. Gusta de hermandades de negro o similares, que marchan al ritmo de marchas fúnebres entre cirios de color tiniebla y que tienen entre su itinerario el hito catedralicio. Ahora nos dicen el recorrido que hemos de hacer, la marcha que ha de sonar o incluso la velocidad a la que tenemos que caminar. Si no, no hacemos estación de penitencia.
Se han convertido en lo políticamente correcto del territorio cofrade, son quienes diseñan la “nueva” semana santa y convierten en anatema toda discrepancia. Dividen a las cofradías entre “elegantes” y “catetas”, siendo estas últimas las que consideran paradigma del “cordobesismo rancio” y demodé, aunque sean las más seguidas por el cofrade local, pero…. no llevan el corte adecuado de la túnica, ni los pasos guardan las proporciones que desearían, la flor no es la correcta, las marchas son demasiado ruidosas, los cirios parecen baratos, el incienso les huele mal y, pardiez, no van a la Catedral.
Si los “kofrades” pecaban de estridentes, a estos nuevos entendidos no se les ve venir con tanta claridad; están copando las atalayas mediáticas, desde pregones a páginas escritas y marcan el paso de lo conveniente, con su superioridad moral y desprecio a todo lo que no sea exquisito y elitista. No digo que yerren en todas sus apreciaciones, ni que incluso pueda estar de acuerdo con algún matiz, pero, cuidado, no se dejen engatusar y convirtamos la semana santa en un ilustre y elegante cadáver.

domingo, 10 de marzo de 2013