jueves, 16 de mayo de 2013

El Día del Libro



Una lástima que en nuestra ciudad la cultura haya sido sustituida por el rancio costumbrismo más esclerotizado. 
La foto superior corresponde a la feria del libro de este año celebrada en el Gran Capitán. Bien es verdad que no había exceso de expositores ni de nuevos títulos con interés. Últimamente vemos los mismos nombres en las portadas de los volúmenes expuestos en las tres o cuatro librerías de nuestra alegre ciudad. Pero también nos apena que el Día del Libro pase con más pena que gloria por estas calles que sólo se ven transitadas para la fiesta y el copeo. Córdoba se recrea en la ignorancia y ensalza ideas que hace tiempo tendrían que haber dejado de ser el referente social. Y si no, lean la entrevista con uno de los baluartes de esta ciudad, de la que extraigo esta cita que no tiene desperdicio: "cuando uno termina su trabajo, llega a su casa y la mujer está fregando y no nos deja ni pisar, coge y se baja a la peña". Tras leer esto no puede sorprendernos que Córdoba siga ocupando los últimos lugares en edición de libros, como aparece reseñado en la información de ABC.

Y no vamos a mejor. Si buena parte de la sociedad cordobesa es así y piensa de esa forma, los libros no tienen cabida en los anaqueles de las viviendas. Antes habrá lugar para una televisión que imponga su ley a base de pulgadas, unos euros para gastar en bares y unas horas para consumir en batallas balompédicas. 

El peñista mayor

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