lunes, 22 de agosto de 2016

La leyenda del cuélebre

 



Dicen que en los frondosos bosques asturianos, en el occidente, se esconde entre árboles y arbustos el terrible cuélebre. El cuélebre tiene forma de serpiente, pero no una serpiente cualquiera, no, una serpiente alada, un reptil mitológico salido de los peores sueños de los campesinos asturianos. El cuélebre guarda siempre un tesoro, por eso quien encuentre a esta criatura tendrá la suerte de estar cerca de riquezas impensables... o no; porque el cuélebre se alimenta de seres humanos, vivos o muertos.











En Allande, Asturias, la iglesia de Santa María de Celón guarda tesoros en forma de frescos en sus paredes. No fue posible visitarlos por estar cerrada y nadie sabía cómo abrirla, pero su exterior guarda la memoria de un peregrino que hace mucho tiempo, mató al cuélebre que se colaba por un agujero en su interior y devoraba a los monjes que estaban allí enterrados. 


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