miércoles, 13 de marzo de 2013

Cofradías y catedrales



Partimos de una base: el templo mayor de nuestra ciudad es el lugar indicado en el que las hermandades deberían hacer sus estaciones de penitencia.
Tras la afirmación del párrafo anterior podría deducirse que mi inclinación sobre este asunto está en la línea que pregoneros y periodistas de ABC llevan marcando desde hace cinco o seis años. Cierto es que no les falta razón en la conveniencia de transitar por la Catedral de Córdoba, pero, en este caso, no todo el monte es orégano.
El tema de la segunda puerta en la fachada norte del templo se ha convertido en el escollo que algunos ponen, como último dique de contención, al traslado de la carrera oficial a las inmediaciones de la Catedral; pero no deja de ser más que una excusa, fundada y razonable, pero sólo excusa. En cualquier momento se adoptará una solución técnica que permitirá abrir la celosía más famosa de Córdoba. El problema es más profundo y tiene varios elementos en contra del traslado de la carrera oficial:
-         La situación de la Catedral obligaría a la instalación de palcos, sillas, etc en las inmediaciones del río Guadalquivir, en el paseo de la Ribera; una zona poco acogedora con el río en un lateral y deprimida,que forzaría a los espectadores a realizar desplazamientos incómodos y a soportar temperaturas poco agradables, especialmente cuando la semana santa tenga lugar en fechas tempranas. Podríamos colegir que, a la larga, se perdería buena parte de los ingresos que la Agrupación obtiene de sillas y palcos, además de presentar un recorrido oficial poco hospitalario en su configuración y con posible falta de público.
-         La estrechez de las calles aledañas a la Catedral obligaría a determinadas hermandades a dar rodeos extraordinarios para acceder a la carrera oficial o para regresar a sus templos de origen. Hará unos seis o siete años, la Agrupación llevó a cabo la medición de los pasos de las cofradías, concluyendo que algunas de ellas tendrían serios problemas para transitar por las calles del entorno catedralicio, como podemos ver aquí. Esto supone horas y horas de recorrido para hermandades poco acostumbradas a esos itinerarios.
-         Tengamos en cuenta que la configuración casi laberíntica de las calles cercanas a la Catedral para entender los problemas de acceso y evacuación que podrían producirse cuando todas las hermandades se vieran obligadas a transitar por ciertas vías al ser el recorrido oficial; con el añadido de la obligada ralentización en el tránsito dados los giros necesarios y los obstáculos que encuentren.
La carrera oficial actual se prolonga en el tiempo y lleva más de cincuenta años vigente con ligeras variantes. Cierto que es corta, pero tiene unas características que la hacen viable;
-         El acceso de las hermandades es fácil, así como en su salida se permite el regreso a sus templos o la llegada a la Catedral.Cada hermandad, por lo tanto, tiene capacidad de decisión y realiza la estación de penitencia que más le conviene.
-         Para los espectadores resulta una carrera oficial cómoda, accesible, céntrica y bien situada; con servicios cercanos.
-         Muchos son quienes apuntan que las hermandades sólo vamos a darnos una vuelta por la zona comercial del centro de la ciudad, obviando que la calle Claudio Marcelo es algo más que asfalto con tiendas en los laterales. Esta calle en cuesta fue la zona noble de la Córdoba romana, junto al templo principal y el foro. Cuando pisamos esta vía reproducimos los pasos de claudios, lucios y aurelios y nos movemos entre lo más granado de la arquitectura modernista de principios del siglo XX. También son multitud quienes afirman que en la plaza de las Tendillas vamos a visitar a cierto monumento en el que predomina un caballo; olvidando que estamos ante la estatua ecuestre de uno de los personajes más importantes de nuestra historia: Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. 
Por todo esto, no me avergüenzo de hollar con mis pies nazarenos la carrera oficial actual, pues me siento muy orgulloso del pasado romano de mi ciudad, que no todo serán abderramanes y almanzores, los califas que han abducido a muchos cofrades tras años de gobierno municipal volcado en resaltar sólo una parte de nuestra historia.
¡Corduba, capital de la Baetica! 


3 comentarios:

  1. Menudas razones de peso para seguir en Claudio Marcelo y Tendillas... el pasado noble romano, la arquitectura de algunos (no todos) de sus edificios y la importancia del Gran Capitan... Motivos muy religiosos, vaya que sí! Y para colmo, cierra con que los que quieren ir a la catedral van a rememorar el pasado musulman del edificio, obviando que lleva más siglos siendo CATEDRAL y que a pesar del origen musulman, mires por donde mires, dentro cuesta trabajo no ver capillas o motivos cristianos... y bueno, ni hablar de que en su interior no se va a ver columnas, si no a hacer ESTACIÓN DE PENITENCIA ante S.D.M. el Santísimo Sacramento o ante la Santa Cruz el Viernes Santo...

    En fin... con estos Kofrades "tan bien formados y religiosos" así nos va en Córdoba...

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  2. Respuestas
    1. Emilio Calvo de Mora13 de marzo de 2013, 12:30

      Yo tampoco. Y eso que algo entiendo.

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